El mitin convocado por Claudia Sheinbaum este Domingo 9 de marzo en el Zócalo tenía como objetivo inicial anunciar las medidas del gobierno mexicano ante los aranceles impuestos por Donald Trump. Sin embargo, tras una llamada con el expresidente estadounidense, la estrategia cambió, y la respuesta mexicana quedó en pausa hasta el 2 de abril de 2025. Más que una defensa comercial, el evento terminó siendo un acto de control y una demostración de poder de convocatoria.
Un evento masivo en el Zócalo no es solo un mensaje al exterior, sino una señal de cohesión interna. En este caso, Sheinbaum buscó reforzar la percepción de unidad entre gobierno y ciudadanía con su frase “somos uno solo, gobierno y pueblo” No obstante, el discurso reveló una estrategia de contención más que de confrontación. Sin embargo, la pausa que marca Donal Trump, hasta abril deja a México en una posición reactiva y no proactiva,
Por otra parte el descuido de Andrés Manuel López Beltrán, Adán Agusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y luisa María alcalde que “según” no se percataron de la presencia de la mandataria.
Como dicen los exploradores kinésico, la actitud o el lenguaje corporal de estos actores políticos que argumentaron estar emocionados ante el evento indica una desconexión total con la mandataria.
Más allá de ser una simple distracción, la imagen refuerza la idea de que dentro del oficialismo existen grupos con intereses divergentes. Mientras Sheinbaum no menciona a detalles lo que solicito el mandatario de estados unidos en la llamada telefónica.
Las investigaciones del gobierno estadounidense han puesto en el centro del debate la protección que la administración mexicana ha brindado a ciertos grupos criminales, argumentando que el financiamiento del narcotráfico ha permeado las estructuras del poder.
Esto añade una dimensión aún más compleja a la relación bilateral, ya que si EE.UU. decidiera escalar este argumento, podría justificar sanciones adicionales o presionar para un mayor control a su favor.
En conclusión, el mitin en el Zócalo dejó más preguntas que certezas. Si bien Sheinbaum mostró capacidad de movilización, la falta de respuestas concretas sobre los aranceles y la fractura visible en su equipo envían señales contradictorias.
En términos estratégicos, el evento sirvió para fortalecer su imagen de liderazgo ante su base, pero no resolvió los retos estructurales.
Mientras Trump sigue utilizando la economía como herramienta de presión y la Casa Blanca mantiene su postura sobre el narcotráfico en México, el verdadero desafío de Sheinbaum será lograr autonomía estratégica sin romper la relación con Washingto.
¡Te invitamos a conectar con el análisis y la reflexión!
Descubre Resiliencia Política , Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia.
Escúchanos en Spotify
Amazon y Podimo
¡Dale play a la resiliencia y transforma tu perspectiva!
